‘¡Ya basta!’
La violación sexual a mujeres es considerada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una pandemia mundial y las estadísticas de los últimos 25 años confirman que los casos van en aumento a un ritmo acelerado.
El reciente caso del tribunal italiano que absolvió a un violador sólo porque la víctima dijo "¡Ya basta!" y no gritó o pidió ayuda de manera “enérgica” pone de manifiesto la problemática mundial respecto al tema. Italia endureció las penas por este delito en el año 2009 tras las violaciones multitudinarias suscitadas en su territorio, revela El País.
Según los datos de los países disponibles, entre un 15 y un 76 por ciento de las mujeres sufren violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, reveló la ONU Mujeres en su último informe. Las investigaciones fueron realizadas en conjunto con Amnistía Internacional (AI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde 1993, la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció un marco de acción para luchar contra esta pandemia. Pero a más de 20 años no hay avances y, en la actualidad, 1 de cada 3 mujeres sigue sufriendo violencia física y/o sexual, principalmente a manos de su pareja o de un familiar cercano.
La situación se complica aún más porque las víctimas de abuso tienen el doble de posibilidades de sufrir depresión, 13 veces más de volcarse al alcoholismo, intentan suicidarse cuatro veces más que una persona que no sufre abuso sexual, el doble riesgo de tener un aborto, 1.5 veces más de riego de contraer VIH (en algunas regiones, principalmente Africa), entre muchos otros factores psicológicos y sociales como el rechazo, la inadaptación, problemas reproductivos, incapacidad para sobrellevar el estrés postraumático del evento, drogadicción y hasta prostitución.
La huella del abuso
>> India, un estudio en 2012 arrojó que 92 por ciento de su población femenina comunicó haber sufrido algún tipo de violencia sexual en espacios públicos.
>> Se estima que 200 millones de niñas y mujeres han sufrido algún tipo de mutilación/ablación genital femenina en 30 países
>> Las mujeres adultas representan casi la mitad de las víctimas de trata de seres humanos a nivel mundial. En conjunto, mujeres y niñas representan cerca del 79 por ciento y están destinadas a fines de explotación sexual.
>> Casi el 50 por ciento de las mujeres de la UE soportan insinuaciones sexuales o tocamientos en el trabajo.
>> Estudios realizados en Japón, Malasia, Filipinas y Corea del Sur indican que un 40 por ciento de las mujeres sufren acoso sexual en el trabajo.
>> En EU, 83 por ciento de las chicas de entre 12 y 16 años sufrieron algún tipo de acoso sexual en las escuelas.
México, el primero de América Latina
En AL, desde 2010, México ocupa el primer lugar en cuanto a violaciones sexuales de menores de 14 años, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y para 2014 el organismo estimaba que 120 mil delitos de esta índole ocurrían al año, alrededor de 329 por día, es decir, 13 por hora. Por lo que se estima que más del 44 por ciento de las mujeres en México han sufrido agresiones sexuales. Al país le sigue Costa Rica con 41 por ciento.
Las cifras, por alarmantes que se resulten, no enmarcan la realidad del problema, pues muchos casos quedan en las sombras por estigmas socioculturales o miedo incluso a las autoridades. En algunos países como México el sistema de justicia penal pareciera defender más a los perpetradores que a las víctimas, detalla la OMS.
Marco legal mundial
Al menos 119 países aprobaron ya leyes sobre violencia doméstica, 125 tienen leyes sobre el acoso sexual y 52 sobre la violación conyugal. Sin embargo, ni siquiera contar con una ley garantiza que ésta siempre respete o implemente los estándares y las recomendaciones internacionales. Las pruebas reflejan que determinadas características de las mujeres, como la orientación sexual, discapacidad o etnicidad, y factores contextuales, como crisis humanitarias, situaciones de conflicto, pueden aumentar la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia, detalla la OMS.