Con un auditorio abarrotado, en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el patólogo Ruy Pérez Tamayo habló ante jóvenes estudiantes. Investigador emérito y divulgador destacado, expuso una a una, 10 razones para ser científico.
Para no tener jefe, no tener horario de trabajo, no aburrirse, hacer lo que le gusta, usar el cerebro. "Si queremos complicar la descripción del trabajo científico, yo diría que es tener buenas ideas y ponerlas bien a prueba", comentó Ruy Pérez Tamayo.
El decálogo incluyó que no le tomen el pelo, hablar con otros científicos, aumentar los que trabajan en el país.
"La comunidad científica tiene que crecer a un ritmo mayor que el de la población general y para lograrlo, debemos convencer a la juventud de nuestro país de la importancia de dedicarse a la ciencia. Pero cómo la convencemos en un mundo y una sociedad en donde lo que cuenta es lo que tienes, no lo que eres, en donde cuánto tienes es más importante que cuánto sabes.
En donde cuánto te beneficias es más importante que cuánto contribuyes", señaló Ruy Pérez Tamayo.
Sostuvo que ser científico también permite estar contento y finalmente, no envejecer. Sus ideas conectaron con los asistentes.
"En un futuro, tenemos que ir, influir en nuestra generación y en generaciones futuras, para que haya más científicos", dijo Dara Canales Hernández, estudiante de Medicina, en el IPN.
"Es muy importante saber el porqué de las cosas y creo que hace falta mucho que nosotros siempre nos preguntemos el por qué de las cosas a fondo", comentó Alain Daniel de la Luz Bastida, estudiante de Medicina, en el IPN. Con una cordial despedida, concluyó la charla de este científico con 73 años de vida profesional.