La diputada de Movimiento Ciudadano, Mirza Flores Gómez, presentó un punto de acuerdo para solicitar que las autoridades federales elaboren una base de datos para conocer las condiciones económicas y sociales de las mujeres del campo.

Flores Gómez consideró necesario dicho registro para coadyuvar a tener una perspectiva integral de la mano de obra femenina en el agro, a fin de dar igualdad de oportunidades que aliente su desarrollo, empoderamiento y se avance en la formulación de políticas más inclusivas.

Con ello, agregó, también se establecerían programas y acciones que promuevan la productividad y la rentabilidad de las actividades económicas rurales. La legisladora explicó que dicho registro estaría a cargo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), con el fin de conocer a quienes sufren un lacerante abandono y falta de reconocimiento.

“No existen estudios específicos sobre la situación laboral de esta población y son pocos los indicadores que la refieran, alentando así la discriminación y la desigualdad, desde la negación de la titularidad de tierras hasta el acceso a semillas y falta de reconocimiento como productoras de bienes”, argumentó.

Refirió que en el sector primario laboran cinco de cada 100 mujeres ocupadas del país; sin embargo, esta proporción no necesariamente refleja la realidad, pues las actividades que realizan suelen considerarse como una extensión del trabajo doméstico, por lo que su participación no se cuantifica adecuadamente.

Planteó que se requiere reivindicar la aportación laboral de este sector en la agricultura y ganadería, ya que la mano de obra no remunerada de esta población aumentó de 27.1 a 30.1 por ciento, entre 2012 y 2014.

Y en el caso de los hombres, en ese mismo periodo se redujo, de 72.9 a 69.9 por ciento; en contraste, la mano de obra remunerada para ellas bajó de 14.2 a 13 por ciento, mientras que para los varones aumentó de 85.8 a 87 por ciento, de 2012 a 2014.

“Es necesario enfatizar el papel de las mujeres en el campo nacional, para reconocer que su rol no se limita únicamente al cumplimiento de las actividades domésticas y aquellas sumamente arraigadas culturalmente como el de madre-cuidadora, ya que su trabajo va más allá”, acotó.

“Ellas se consolidan como población económicamente activa dedicada a la agricultura, asegurando incluso la alimentación del hogar y aumentando los niveles de vida de la familia en general”, concluyó.