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México, al borde de crisis por despoblamiento de abejas

30 Agosto 2016

México, al borde de crisis por despoblamiento de abejas

Autor: 
Fanny Miranda

El uso exceso de plaguicidas en campos agrícolas pone en riesgo a los polinizadores en Chihuahua, Jalisco, Tamaulipas, SLP, Michoacán y Yucatán, donde reportan la pérdida de 53% de las colmenas.
Apodaca, Nuevo León-. México se encuentra al borde de entrar en una crisis de despoblamiento de abejas y otros polinizadores, debido al uso excesivo de plaguicidas en los campos agrícolas y su falta de regulación, reveló el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología tras un estudio realizado a solicitud de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural (Sagarpa).
La intoxicación de abejas se ha reportado en Yucatán, el principal productor de miel, así como en Jalisco, Tamaulipas, San Luis Potosí, Michoacán y Chihuahua, pero la problemática se ha cuantificado de mejor manera en la Comarca Lagunera, donde los apicultores estimaron en 53 por ciento la pérdida de colmenas a inicios de este año, tal como lo publicó MILENIO el pasado 26 de abril.
?Nosotros hemos observado que hay vulnerabilidad porque los agricultores quizá no todos estén capacitados para el buen uso y manejo de plaguicidas. Las regulaciones son débiles, hace falta investigación, entonces podemos decir que realmente hay un riesgo en que México tenga una crisis en el sector apícola?, sostuvo Octavio Gaspar Ramírez, especialista en toxicología ambiental.
El experto lidera las investigaciones sobre residuos tóxicos en alimentos del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) Unidad Nuevo León, una institución enfocada al sector agroindustrial, perteneciente a la red de centros de investigación del Conacyt.
?Es importante que no veamos este problema tan a la ligera, realmente el uso de plaguicidas impacta en la agricultura, en el ecosistema a nivel ecológico, impacta en la salud humana y hasta en el comercio internacional de los alimentos?, sostuvo.
Caso Laguna
Lerdo, Durango.  Los apicultores de la Comarca lagunera continúan en crisis porque no logran recuperar su población de abejas, tras la pérdida del 53 por ciento de las colmenas que comenzó a suscitarse a inicios del año.
En su pequeño apiario localizado en el ejido San Carlos, Francisco Salazar Talavera, presidente del Comité Sistema Producto Apícola Región Laguna expresa su preocupación porque a diferencia del invierno, en que sus abejas simplemente desaparecieron, ahora ha comenzado a verlas morir afuera de sus cajas. De las 7 mil colmenas que integraban el inventario original de la comarca, 3 mil sobrevivieron a la desaparición masiva, pero de marzo a mayo los productores perdieron otras mil colmenas más frente a sus ojos.
?Hay cultivos de algodón, el maíz esta en toda la región y lo han estado fumigando (?) Vemos el avión o que andan aplicando, llega la abeja casi muriéndose, vemos las entradas, el piso de las cajas llenas de abejas muertas, incluso las abejas están sacando  cadáveres para no corromper su hábitat y vemos muchas regadas donde esas van llegando y van muriendo?, lamentó.
Mientras los apicultores siguen cosechando pérdidas, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural (Sagarpa) aún no entrega los apoyos económicos prometidos por 1.9 millones de pesos para repoblar las 3 mil colmenas abandonadas inicialmente, al tiempo que niega que el uso de pesticidas sea la causa del llamado colapso de la colmena en esta región, y tras estudios realizados por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) la dependencia acusa que un mal manejo por parte de los productores es una de las razones que provocaron el declive de la apicultura en la zona.
?Tenemos los resultados de Senasica de lo que no fue, es decir, estamos igual que en un principio: no hay un factor determinante que diga fue por insecticidas, por frío, por falta de comida, pero lo que dice Senasica es que sienten ellos que fue por malas prácticas (?) Ya descartado que fue una cosa muy fuerte de insecticidas tanto clorados, fosforados, como neonicotinoides?, señaló José Armando García Triana, delegado de la Sagarpa en La Laguna.
En entrevista con MILENIO, el funcionario sostuvo que cumplió con enviar las solicitudes de apoyo a las oficinas centrales de la Sagarpa en la Ciudad de México el pasado mes de mayo, sin embargo, ?si hay dinero o no hay dinero, eso si nosotros no lo sabemos nunca por acá?.
García Triana minimizó las afectaciones por este fenómeno, al señalar que la aportación de  la apicultura a la economía regional ?son ínfimas, donde aportan más es en la polinización, sin embargo no hubo una tragedia de despolinización?.
?Es una buena cantidad la miel que se produce, pero en el Producto Interno Bruto de la región no es primordial. Somos los primeros productores de leche de vaca, los primeros productores de leche de cabra, los segundo productores de huevo, los primeros productores de forraje, vamos a ser los primeros productores de carne de res con la planta de Sukarne. Simplemente aquí en la región nosotros llegamos a producir 40 mil millones de pesos como producto agropecuario, de los cuales 6 mil corresponden a la agricultura, y 34 mil a lo pecuario?.
?De esta cifra, ¿la apicultura cuánto aporta?  ?No cuenta, prácticamente no cuenta, ni el uno por ciento. Como polinizadores pueden contar, pero como PIB  es muy poco lo que se cuenta, subrayó el delegado.
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Previo al colapso, los 110 productores de la comarca producían  en promedio alrededor de 120 toneladas de miel; aún sin recursos económicos esperan producir al menos 50 toneladas del endulzante natural para la  próxima cosecha de otoño; por ello emprendieron jornadas de recuperación de  enjambres reportados en la ciudad.
?Yo fui con los bomberos, me puse de acuerdo con el comandante y entonces me hablan cuando hay enjambres accesibles (?) los que se pueden trabajar los echamos en cajones y nos los llevamos al campo a trabajar. Hasta hace dos semanas eran 92 colmenas en total, estas dos semanas hemos recuperado unos más, esperemos que con estas lluvias que van a caer, vuelvan a ver enjambres?, señaló Enrique López, uno de los apicultores afectados.
Además, emprendieron una campaña de recolección de recursos, a través de Fondeadora para juntar  300 mil pesos y poder recuperar al menos 300 colmenas; sin embargo la sociedad civil no ha respondido como esperaban y hasta el momento solo han recibido la donación de 40 mil pesos, además de un reciente anuncio de Fundación Lala que donará 100 colmenas.
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Desde su trinchera, José Luis Reyes Carrillo, investigador del Departamento de Biología de la Universidad Narro campus Laguna sostiene que no hubo mal manejo de las colmenas, ya que su equipo recibió las primeras muestras de los panales afectados.
?Tenían miel de reserva, quiere decir que las abejas no se murieron de hambre, no fue un mal manejo; lo que apunta, es que esa miel  estaba contaminada por neonicotinoides, porque el comportamiento está calcado de lo que pasó en Francia, en España, de lo que está pasando en estados Unidos. Si la Sagarpa nos da un dato y lo publica sin presentar la información de lo que se analizó, no tienen ninguna validez; aquí nosotros analizamos enfermedades, parásitos y ninguno estaba a nivel epidémico?, subrayó.
El especialista buscó el apoyo del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) Unidad Nuevo León, donde ya analizan las muestras; aunque el estudio toxicológico tomará dos años, el experto Octavio Gaspar también relaciona el caso con la experiencia internacional del síndrome del colapso de la colmena provocado por los neonicotinoides.
?El estudio de Sagarpa no es concluyente, sí es un problema multifactorial, que si bien el mal manejo de las colmenas o la falta de higiene de las mismas o la alimentación, el cambio climático, todos esos factores hacen vulnerable a la abeja; pero hay un factor que desencadena todo como es el plaguicida?.
Gaspar Ramírez destacó que los plaguicidas del tipo neonicotinoides, ya están prohibidos en Europa, y fue a través de estudios científicos que se pudieron implementar regulaciones, ya que fueron identificaron como uno de los factores involucrados en vulnerar las poblaciones de abejas.
De tal forma, dijo que el estudio busca un impacto social, ya que concientizará tanto a agricultores como a apicultores del buen uso de plaguicidas, ?pero también emitiendo recomendaciones a las autoridades que les compete este tema, como la Sagarpa?; aunque indicó que dependencias como la Secretaría de Salud, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, además de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente deben involucrarse en el fenómeno.
En Yucatán, miel contaminada por recomendación de Sagarpa
Para controlar la plaga del pequeño escarabajo de la colmena, la Sagarpa ha recomendado a los apicultores afectados utilizar una formulación a base de ácido bórico para su erradicación; sin embargo, una investigación realizada por el Ciatej del Conacyt a solicitud de la dependencia, encontró la presencia de un plaguicida, cuya toxicidad daña el sistema nervioso, no solo de abejas, sino de seres humanos.
Los resultados del estudio, publicados en la revista científica Plos One, revelan que en el cien por ciento de las muestras de cera y el 60 por ciento de las muestras de miel analizadas procedentes de Valladolid, Yucatán se detectaron residuos de Cumafos, un plaguicida órgano fosforado, tóxico.
?Afecta a nivel de sistema nervioso podemos hablar de problemas de enfermedades crónico degenerativos, a nivel de aprendizaje estamos hablando de intoxicaciones crónicas, y cuando la gente está expuesta crónicamente a ellos, en intoxicaciones agudas puede haber convulsiones, movimientos involuntarios musculares e inclusive puede llegar a la muerte?, dijo Octavio Gaspar.
El experto sostuvo que no se puede afirmar que el comer miel con esos residuos enfermará a quien la consuma; ?sin embargo, es un factor que debe ser regulado, porque no solamente comemos miel, comemos muchos alimentos diariamente, que si bien la miel tiene residuos, los otros también y son un factor que contribuye al desarrollo de enfermedades no infecciosas del tipo crónico degenerativas,  entonces los residuos de plaguicidas en productos alimenticios si deben estar regulados, como muchos países lo hacen?.
Asimismo, dijo que se requieren más estudios para determinar si estos plaguicidas también podrían estar ocasionando un despoblamiento de abejas.
En 2014, la Sagarpa publicó el ?Manual. Nuevos manejos en la apicultura para el control del pequeño escarabajo de la colmena?, en el que recomienda colocar trampas en el suelo con la formulación a base de ácido bórico, manteca vegetal, levadura, azúcar y piña para eliminarlo.
Al final de la publicación, se advierte que dicha formulación se encuentra en experimentación,  y señala que ?el ácido bórico está aprobado para el control estructural de plagas. No puede estar en contacto directo con alimentos o cultivos orgánicos?.  El pequeño escarabajo de la colmena es una plaga que entró a México en 2007, a través de Estados Unidos, originario de África subahariana. Vive y se reproduce dentro de las colmenas de abejas, donde se alimenta de polen, miel y cría de abeja.  Se han reportado afectaciones por esta plaga en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Quintana Roo, Yucatán, San Luis Potosí, Guanajuato y Michoacán.