¿Te imaginas trabajar sin contrato escrito, prestaciones y horarios fijos, así como ser susceptible de sufrir discriminación, despidos injustificados o de abuso físico, mental y sexual? Lamentablemente esas son las condiciones laborales de 2.3 millones de personas, en su gran mayoría mujeres, que actualmente se dedican al trabajo del hogar remunerado.

Si bien la SCJN determinó recientemente que es inconstitucional excluir a las trabajadoras del hogar del régimen obligatorio del seguro social, la realidad es que ha existido por décadas una gran falta de voluntad política para mejorar sus condiciones de trabajo. Muestra clara es que a pesar de que la ley establece desde 1977 la obligatoriedad de fijar los salarios mínimos profesionales para quienes se dedican a esta labor, este mandato aún no se ha cumplido, lo que ha contribuido a que ocho de cada diez ganen menos de 3 mil 500 pesos al mes. Asimismo, como estado parte México no ratificó el Convenio 189 que adoptó la Organización Internacional del Trabajo desde 2011 para su protección social, aunque cabe mencionar que su firma no es indispensable para que el Congreso de la Unión haga los ajustes legislativos necesarios para este fin.

En ese sentido, desde Movimiento Ciudadano hemos legislado a favor de los derechos de las trabajadoras del hogar, así como asegurar su incorporación al Régimen Obligatorio para que accedan a las prestaciones de ley. Esta lucha para hacerles justicia laboral ha generado grandes avances en días recientes al ser aprobado en comisiones del Senado una iniciativa en la materia que impulsamos desde dicha Cámara.

Queda todavía camino que recorrer, pero en Movimiento Ciudadano ponemos nuestros votos para que México salde una de sus más grandes deudas sociales: garantizar todos los derechos laborales de las trabajadoras del hogar, a quienes se les confía el patrimonio, la seguridad y el cuidado de personas de casi dos millones de viviendas.

*Diputada de Movimiento Ciudadano por Jalisco