En 2006 se lesionó la democracia: experto
Rafael Valenzuela Cardona, estratega de comunicación política, sostiene que no podemos olvidar lo ocurrido hace diez años, en aquella cerrada y polémica elección de julio de 2006, si queremos entender el país fracturado, violento, desarticulado y sin liderazgo que tenemos ahora.
El especialista analiza, en entrevista con Excélsior, los efectos que la derrota de Andrés Manuel López Obrador tuvo en la valoración social de la democracia, el valor del voto y la alternancia. Aclara, sin embargo, que el tema de la izquierda como opción política sólo ocupa al círculo rojo ? a los articulistas, a la prensa?, pero para los mexicanos lo importante son los personajes y lo que representan. En ese sentido, el responsable de la estrategia de comunicación de Enrique Alfaro, alcalde de Guadalajara y de Movimiento Ciudadano, considera que la narrativa de que aquel 2 de julio de 2006 ?le robaron la elección a AMLO?, tiene efectos que seguirán contando incluso en 2018.
Se le pregunta cuál podría ser el efecto del discurso gestionado hace una década sobre un presunto fraude. Egresado de la Universidad de Guadalajara y con doctorado en Filosofía por la Universidad de Salamanca, Valenzuela considera que el conflicto poselectoral de entonces ?por desgracia rebasó al mismo Andrés Manuel, al PAN y a los hombres que se estaban disputando el poder?. A su juicio, ?después del 2006 se lesionó la democracia mexicana y no se ha recuperado desde entonces?.
Argumenta que la expectativa levantada por Fox, de que las cosas podían cambiar con el voto, se vio destruida seis años después. ?Fue un golpe a la transición democrática. Y desde entonces, creo, que el país no se encuentra?. Plantea que en aquel momento López Obrador representaba un liderazgo nacional con la fuerza de proponer un cambio, ?mientras que Felipe Calderón no tenía ni el liderazgo del PAN. De ahí que se fracturó la democracia y se fracturaron las instituciones?.
Y ejemplifica: el INE (antes IFE) no ha vuelto a recuperar la credibilidad que tuvo. Y mucho menos los tribunales. ?Me parece que el costo de haber arrollado a la izquierda en 2006 fue haber arrollado al país?, sostiene. Se le pregunta si cree que la narrativa de lo sucedido hace una década pesa en el ánimo de la gente y contará en la elección presidencial de 2018. Responde afirmativamente y explica: ?Me parece que el Andrés Manuel de 2006 ya no está. El de entonces logró aglutinar a todas las fuerzas de izquierda, las buenas, las malas, con la expectativa de triunfo. Esa izquierda que sumaba incluso a adeptos de otras fuerzas políticas, no ha vuelto a presentarse?.
En su opinión, la campaña de 2012 fue casi testimonial. Y gracias a las circunstancias y a los jóvenes, AMLO logró ser competitivo. ?Pero no fue por él ni fue su estrategia?. El estratega político y de comunicación de la campaña presidencial de Xiomara Castro, en Honduras, por el Partido Libre, señala que hace cuatro años el voto para el actual dirigente de Morena creció además por su historia, ?porque la gente dijo: este señor no es tan malo?. Reseña que después de 2012 viene la fractura de la izquierda, pulverizada ahora. ?Y no veo quién la pueda pegar?. Explica que en la mayoría de los estados, la gente no pensaba en la opción de la izquierda como tal, sino en la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
Explica que, a diferencia de Estados Unidos, donde se habla de republicanos y demócratas, o de Europa, que se habla de socialistas y de derecha, los mexicanos no hacen una valoración de las candidaturas en ese talante. ?A 90% de los mexicanos no les pasa ese dilema por la cabeza ni votan por estar pensando que alguien es de derecha o no. Aquí las elecciones son un asunto de personajes que representan cosas?. Y relata al respecto que ?en Jalisco, después de 2012, cuando el PAN se va al tercer lugar después de 21 años de gobernar la capital y 18 el estado, hicimos una encuesta, y cuando preguntábamos si éste era un partido de izquierda o de derecha, la gente en su mayoría respondía que por supuesto que el PAN era de izquierda?
Cerrada y polémica La elección del domingo 2 de julio de 2006 ha sido la más competida y, por lo tanto, la más polémica que ha tenido México en los tiempos modernos. Andrés Manuel López Obrador, quien fue jefe de Gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), llegó como favorito para ganar la elección, en la que competían Felipe Calderón, del PAN, y Roberto Madrazo, del PRI. El candidato de la coalición Por el Bien de Todos, que aglutinó al PRD, PT y Convergencia, logró más de 35% de votos, apenas 0.56% menos que el ganador, Felipe Calderón. AMLO nunca aceptó la derrota, incluso impugnó la elección acusando fraude e irregularidades; y luego que le robaron la elección y la Presidencia.