Descubren la causa de la desaparición de las abejas
Desde hace aproximadamente tres décadas, las abejas están desapareciendo y nadie sabe muy bien el porqué. Distintos países investigan el fenómeno, que se considera una catástrofe ambiental de grandes dimensiones, que podría traer hambrunas, ya que son estos insectos los encargados de la polinización y sin polinización no hay frutos.
Algunos culpan a los pesticidas; otros, a los transgénicos o a una combinación de ambos. Ahora, una investigación liderada por Lars Straub en la Universidad de Berna y publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B parece que ha encontrado la respuesta al misterio. Según sus autores, la causa de la desaparición de las abejas podría estar en los insecticidas con neonicotinoides.
El pesticida más utilizado del mundo funciona como un anticonceptivo para las abejas, disminuyendo en casi un 40% el esperma bueno de los machos. Además, los pesticidas neonicotinoides acortan la vida de los zánganos en hasta un tercio. Para comprobarlo, expusieron a las abejas a diferentes niveles de dos neonicotinoides, tiametoxam y clotianidina y después se examinaron sus espermatozoides.
Las abejas que se habían expuesto a estos insecticidas presentaban un 39% menos de espermatozoides vivos en comparación con las que no. “Cualquier influencia en la calidad del esperma puede tener profundas consecuencias para el estado físico de la reina, así como para toda la colonia”, explicaron los investigadores.
Los zánganos alcanzan la madurez sexual a los 14 días y es entonces cuando se les extrae el semen para fecundar a la abeja reina. Tras la investigación, los científicos encontraron que el 32% de las abejas expuestas al insecticida habían muerto para entonces, en comparación con el 17% de los que no habían sido expuestos.
“Esto podría tener consecuencias graves para las colonias, así como reducir la variación genética dentro de las poblaciones de abejas en general”, recuerdan los científicos.
Además, las abejas que se expusieron a los insecticidas vivieron solo 15 días, frente los 22 de las abejas del grupo de control. “Por primera vez hemos demostrado que los insecticidas neonicotinoides empleados con frecuencia pueden provocan importantes efectos letales en los machos, y esto puede tener amplias implicaciones a nivel de población”, concluyen los responsables del estudio.
En México culpan a los transgénicos. En 2012, millones de abejas murieron repentinamente en comunidades mayas de Campeche y al indagar sobre las posibles causas, apicultores y representantes de las comunidades mayas decidieron organizarse “para enfrentarse a prejuicios raciales, a la colusión de empresarios, autoridades mexicanas federales y a la compañía transnacional Monsanto, conocida por vulnerar las formas tradicionales de vida y desarrollo con la siembra de soya transgénica y por la implementación de sus productos tóxicos”.
La historia de esta lucha es emblemática porque demuestra como las comunidades mayas se ampararon y lograron detener a la transnacional y por lo mismo está siendo narrada por un grupo de documentalista independientes que han lanzado una campaña crowfunding para financiar su proyecto titulado “¿Qué les pasó a las abejas?”.