De reelección en tiempos de crisis.
Dice un dicho: quien oculta, algo esconde. Cuando la atención de la mayor parte de la población está puesta en la emergencia sanitaria por el COVID-19, que a nivel global nos está replanteando como sociedad, en la Cámara de Diputados se aprobaron reformas a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y la de Partidos Políticos para emitir las reglas con las que, quienes somos actualmente legisladores federales, podamos postularnos para repetir en el cargo, mejor conocidas como reglas para la reelección. Dichas reformas pretendieron pasar desapercibidas, pues además había un acuerdo parlamentario para que los temas de la agenda no se pusieran a discusión y solamente fueran puestos a votación.
Es cierto, que la reelección o la postulación para el mismo cargo por periodos consecutivos fueron aprobadas en la reforma política del 2014, para diputados y senadores en el artículo 59 constitucional y para alcaldes en el artículo 115. En el caso de legisladores, como una reforma no puede aplicar para beneficio de quienes la promulgan, ese ordenamiento constitucional aplicará hasta el proceso electoral del 2021. Pero desde el 2014, con una legislatura (2015-2018) y media (2018 a la fecha), no se hicieron las reformas reglamentarias para establecer los cómo, bajo qué circunstancias y condiciones un legislador puede reelegirse, y tenemos hasta el 31 de mayo para hacer cualquier reforma en materia electoral a n de que tenga efecto en el proceso del 2021.
En la cámara de diputados ya había al menos dos iniciativas presentadas para normar la reelección, ninguna se consideró en la reciente aprobación. Como la cámara se levantaría como medida preventiva a la emergencia sanitaria, el 19 de marzo a las 12:36 horas (según consta en el acuse respectivo) se presentó por parte de Morena y sus aliados una iniciativa sin seguir las reglas establecidas en la ley orgánica, ni si quiera se había publicado en la gaceta, y se puso a discusión del pleno obviando todos los trámites para ser aprobada dos horas después (a las 14:30 como consta en el sistema de votación). A todas luces, más allá del contenido, es evidente el albazo legislativo, pues si bien ya no habría sesiones, hacia el 31 de mayo habría mejores condiciones para analizar y aprobar estas reformas, y en el último de los casos, de no estar listas correspondería al INE emitir lineamientos para normarla.
Las reglas para la reelección aprobadas por la Cámara de Diputados son ventajosas para quienes somos actualmente uno de los quinientos diputados o diputadas, más que para senadores que se podrán reelegir hasta 2024. Son reglas que dan ventaja por encima de aspirantes del mismo partido en las elecciones internas, y de los de otros partidos en las elecciones constitucionales que compitan en ese distrito, pues además de que los legisladores no deberán solicitar licencia al cargo, seguirán recibiendo su dieta, contarán con recursos materiales y humanos que solo se recomienda no usar en campaña, se permite la difusión y uso de recursos para los informes legislativos en etapas de intercampaña (enero – marzo) y sólo se prevé como sanción descontar el día si no asistes a la cámara por estar en actos de campaña; además se podrán postular por cualquiera de los principios, es decir de mayoría o plurinominales, con lo que buscan saltar la reglamentación interna que algunos partidos tienen para evitar que sus cuadros se perpetúen hasta por doce años en el cargo, e incluso la iniciativa consideraba la posibilidad de postularse por un distrito distinto al que fue electo, solo con demostrar cambio de residencia, con lo que se pervierte la idea de que un legislador será evaluado por sus electores.
Le toca al senado actuar con sensatez y a la altura de las exigencias ciudadanas.