La firma de un proyecto de prestación de servicios (PPS) para potabilizar agua sería un plan contingente ante el recorte federal de 700 millones de pesos y la necesidad de contar con recursos para evitar fallas en el sistema y garantizar su suministro a la población, adelantó el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Ramón Aguirre Díaz.

Con dicha medida quedan canceladas nuevas obras urgentes para evitar inundaciones, que cada año ocurren en Canal de Miramontes y Calzada del Hueso, así como en el paradero de Indios Verdes, con un costo de mil 500 y mil millones de pesos, respectivamente. Asimismo, la perforación de pozos megaprofundos para buscar nuevas fuentes de abastecimiento.

En este punto, informó que próximamente se abrirá el de Canal de Chalco, en Iztapalapa y Xochimilco, con un costo de 100 millones de pesos, donde la Federación aportó la mitad de los recursos. Los resultados de los análisis que lleva a cabo la Comisión Nacional del Agua en los dos pozos perforados en Magdalena Mixhuca y San Lorenzo se conocerán a finales de febrero, pero vamos a parar porque no podemos cubrir ese monto, señaló.

El funcionario reconoció en entrevista que se está ante una situación presupuestal muy difícil, que no permitirá mejorar la calidad del servicio, atender un mayor número de fugas y evitar que el millón y medio de personas que reciben el agua por tandeo se incremente. La administración capitalina no tiene posibilidades económicas para compensar ese recorte de 70 por ciento a los recursos del organismo, y menos hacerlo por medio de un aumento a las tarifas, por lo que estamos pensando contratar el servicio de potabilización a particulares, señaló.

No se trata de una privatización, sino de un contrato de servicios que disminuiría 20 por ciento el costo, y destinar ese ahorro a mejorar la infraestructura, cuya antigüedad promedio es de 55 años, y en esta temporada de frío tenemos problemas porque hay fallas ante un mayor caudal del Cutzamala, precisó. Hoy, agregó, existen 22 plantas donde la calidad del agua es muy mala, y saldría más barato que una empresa se encargue de ese proceso, pues cubriría el costo de la obra, la operación y el mantenimiento. El pago es contra resultados.

Sólo el costo operativo de ese proceso implicaría erogar 500 millones de pesos, entre personal, reactivos y energía eléctrica; se trata de un plan contingente ante el recorte y la necesidad de no dejar de atender las necesidades de la gente, que es la que finalmente saldrá perdiendo, indicó. Los recursos a ejercer el próximo año, aseguró, no serán suficientes para atender 10 de las 53 plantas potabilizadoras que están en malas condiciones y reducirlas a dos o tres, rehabilitar plantas de bombeo y reparar la parte dañada de infraestructura de agua potable y drenaje.

Para terminar, reconoció: Vamos a tener fallas porque tendremos un sistema menos confiable y debemos cuidar mucho dónde invertimos, ya que la gente no tiene la culpa de que el modelo nacional esté mal y se hayan decantado por un recorte de recursos a la ciudad.