El miércoles 29 de febrero de 2012 el gobierno de Marcelo Ebrard expedía el Decreto de la Ley de para el Desarrollo del Distrito Federal como Ciudad Digital y del Conocimiento.
Esta Ley era en ese momento, y aún lo sigue siendo, una ley avanzada e innovadora desde el punto de vista tecnológico y social. De hecho, ninguna otra ciudad o entidad federativa en el país tiene una ordenamiento jurídico así, y solo los países más competitivos cuentan con normas de esta naturaleza.
Esta Ley para la Sociedad del Conocimiento en el DF busca contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar social; desarrollar una sólida, segura, innovadora y sustentable infraestructura de TIC, accesible para todos los habitantes de la ciudad; favorecer el desarrollo de una cultura digital ciudadana; formar nuevos perfiles profesionales pertinentes, impulsar la investigación en materia de TIC; fortalecer la prestación de los servicios públicos a cargo del gobierno del DF, específicamente de salud, educación, seguridad pública, protección civil, turismo y cultura, a través del aprovechamiento de las TIC; y favorecer el desarrollo de una economía digital y del conocimiento.
La Ley también tiene como objetivos el impulsar una cultura de la innovación y el emprendimiento en materia de TIC; crear la capacidad en todos los habitantes del DF, para que puedan emplear plenamente las oportunidades que les brinda una Ciudad Digital y del Conocimiento para su desarrollo sostenible y la mejora de su calidad de vida (particularmente en el caso de los niños, jóvenes, mujeres, adultos mayores; así como los grupos marginados y vulnerables de la sociedad); impulsar la creación y el desarrollo de empresas de conocimiento y de las TIC hacia estándares de competitividad mundial; combatir la pobreza extrema; y preservar y dar valor al conocimiento de la ciudad particularmente en términos de su capital cultural, creativo e ?intelectual, y asegurar su libre acceso. Un artículo resulta fundamental en esta Ley.
El artículo 10 menciona que el acceso universal, equitativo y asequible a los servicios en materia de Tecnologías de la Información y Comunicación y del Conocimiento, provistos por la Administración Pública, es un derecho de todos los habitantes del Distrito Federal, de conformidad con la presente Ley y con la legislación aplicable.
En la CDMX, en el papel, las TIC son un derecho de todas y todos los que vivimos aquí. ¿Cómo hacer exigible este derecho? La misma Ley contempla que sea el Consejo Económico y Social de la Ciudad de México quien coordine el despliegue del proyecto multisectorial de Ciudad Digital y la hechura de la Agenda Digital como instrumento de política pública y ruta crítica para hacer posible que esto suceda.
En los primeros días de la actual administración, la ?Propuesta de Agenda para el Desarrollo del Distrito Federal como Ciudad del Conocimiento? fue culminada por el Consejo y entregada al Jefe de Gobierno entrante. Me siento orgulloso de haber sido parte de este esfuerzo, y también de la confección de la misma Ley.
Miguel Ángel Mancera recibió por varias vías institucionales esta propuesta, que era de hecho un plan de acción para tener una infraestructura informática y de comunicaciones de la ciudad de clase mundial, lograr la inclusión digital, la cultura digital y la formación de capital humano, tener educación apoyada con tecnología, fomentar la economía digital y del conocimiento, contemplar la seguridad informática y contar con un gobierno electrónico avanzado. Esta propuesta no fue considerada y se quedó en un cajón.
Yo creo que por tener como origen al gobierno previo. Sin embargo, estamos a finales de mayo de 2016, y la Ciudad no cuenta aún, formalmente, con una Agenda Digital.
El Consejo Económico y Social no ha redactado otra propuesta de Agenda Digital. El Gobierno de la CDMX no ha elaborado una Agenda Digital. Los habitantes de la CDMX no tenemos Agenda Digital y las TIC no son, hoy por hoy, un derecho real en la CDMX. Por ello, ante la inminente e inédita Constitución de la CDMX, y del impulso y defensa de derechos que deberá contemplar, esperemos que las y los constituyentes se pongan las pilas, conecten con la gente y no olviden este tema.
Hagámoslo para tener una ciudad innovadora, incluyente y competitiva.