Diputada de Movimiento Ciudadano señala la urgencia de contar con protocolos de atención en el tema. 
Guadalajara
La violencia de género es más frecuente de lo que parece dentro de las instituciones de educación superior. Aún y con la preparación que estas suponen exigen, las estudiantes son víctimas de comentarios discriminatorios y sexistas, que no se subsanan al no existir mecanismos de protección.
El tema, pese a ser abordado en distintas dependencias, sigue sin llegar a la más representativa, indicó la diputada de Movimiento Ciudadano, Candelaria Ochoa, al presentar de manera conjunta con la diputada ciudadana Mirza Flores, una iniciativa contra el Acoso y Discriminación en las universidades públicas y privadas para que la Secretaría de Educación Pública, integre y atienda la igualdad a través de observatorios en los planteles.
Ochoa, señaló que la Comisión Ejecutiva de atención a Víctimas refirió en su informe 2016, que organismos de derechos humanos atendieron a un total de 758 víctimas de violencia sexual, de los cuales el 38.1 por ciento de los casos ocurrió en planteles escolares. De ahí, dijo, la urgencia de una ley para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género que tanto se ha postergado en este nivel, pues desde el 2010 que no se realiza ninguna investigación al respecto. Además de que en Jalisco, ningún campus cuenta con un protocolo de atención.
El estudio presentado en 2009 por el Programa Universitario de Equidad de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que 49.3% de las alumnas sufre algún tipo de hostigamiento, ya sea por parte de académicos y administrativos, como de sus compañeros. A nivel local, una investigación hecha por la Universidad de Guadalajara (UdeG) en esas mismas fechas, detalla que los comportamientos discriminatorios y sexistas son recurrentes en diversos niveles: las académicas, sufren de agresiones por parte de los alumnos que no la reconocen como autoridad? las estudiantes, son víctimas de acoso y discriminación por parte de los profesores que les cuestionan su forma de vestir y vida personal de un modo no educativo? y, de parte de sus compañeros, perciben discriminación y celos en la asignación de tareas.
Cabe mencionar que de acuerdo a datos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) las mujeres jóvenes del estado son quienes más sufren el flagelo, al registrar a 296 femeninas de 18 a 30 años asesinadas en los últimos nueve años, 64 de estos casos, sólo por ser mujer. Y, pese a estas cifras alarmantes, Candelaria Ochoa lamenta que no existan mecanismos para prevenir los comportamientos.
Urge pues, afirmó, instancias educativas efectivas en la resolución de la problemática. "Queremos garantizar la igualdad de oportunidades, la equidad y la tolerancia al interior de las universidades", concluyó.