En pleno siglo XXI hablar de desarrollo para cualquier país en el mundo sin considerar al sistema educativo como un elemento para conseguirlo sería un despropósito total, por ello quizás valdría la pena detenerse en la siguiente reflexión. Empezaría por enunciar algunas preguntas que le den cuerpo a ello; ¿tenemos claro cuál debe ser la educación del siglo XXI? ¿tenemos un diagnostico real de la educación nacional? ¿existe de verdad un sistema educativo donde sus partes estén vinculadas de tal forma que garanticen el tránsito de un nivel a otro? ¿Qué hace falta por formar en la educación en México?

Sin dudarlo considero que hay múltiples respuestas algunas en sentido positivo, algunas quizás las mas en sentido negativo, pero lo que no veo es una especie de conciliación entre las diferentes visiones, pareciera que hemos renunciado a discutir a partir de mínimos. La polarización no nos ayudara a la conciliación de las visiones por el contrario ensanchara la brecha para poder alcanzar a tener una respuesta a estas interrogantes y me refiero a una respuesta que tenga algo de cada parte, que aspire a ser representativa de ellas y no poseedora de una cierta verdad parcial y autoritaria.

Desde la conciliación la educación que se proponga para el siglo XXI quizás no sea la que en lo particular uno pueda aspirar, pero seguro será una que se dirija hacia allá y lo haga con pasos firmes y seguros. Muchas de las veces las reformas a la educación en México imprimen estilos o tendencias de las cuales se apropian los decisores de la política y que solo quedan como eso, solo para un momento determinado.

Por otro lado, el estado de la educación en México está sobre diagnosticada, siendo benévolos en general las cosas no están del todo bien, y las cifras siempre son motivo de discrepancia, necesitamos instancias que se acerquen a manejar cifras como lo hace el INEGI donde cada vez se convierten en una referencia obligada. En este sentido las autonomías en México suelen ayudar a la tentación de manipular cifras (entre otras cosas)

Propiciar el libre tránsito entre niveles exige en primera instancia buscar soluciones a la cobertura y detener el crecimiento de las escuelas privadas con la creación de más espacios en las públicas, ya que estas solo responden a una demanda que el estado no ha tenido la capacidad de enfrentar.

Los docentes como la parte más importante del eslabón necesitan revalorarse y dejarlos de responsabilizar de lo que hoy aqueja a la educación, busquemos mecanismos para el fortalecimiento de este sector que también hay que decirlo, si bien es cierto le toca la parte más relevante que es estar de frente con el alumno y promover el aprendizaje también dicho sea de paso lo ha hecho bajo todas las condiciones burocráticas existentes impuestas además de las ausencias de los recursos materiales y de la infraestructura en el mayor de los casos.

¿Qué falta por formar en la educación? Seguro muchas cosas, pero empecemos por lo que no ha terminado de consolidarse, empecemos por lo que ya existe y que necesita reforzarse, dejemos de improvisar comencemos a pensar en serio como reformar la educación para formar un mejor sistema educativo.