El discurso de odio utilizado por el candidato presidencial Donald Trump, es tristemente conocido a nivel internacional; una situación lamentable por el peligroso potencial que tiene para justificar la exclusión social, la discriminación y la violencia, afirmó el coordinador de la Bancada de los Ciudadanos, Clemente Castañeda. Ante esto, el gobierno mexicano ha optado por una forma cuestionable de diplomacia, en lugar de fijar una postura enérgica para la defensa de los intereses de México y los mexicanos en EEUU. Un ejemplo es la reciente respuesta de la Secretaría de Relaciones Exteriores a una solicitud hecha por la Cámara de Diputados en abril de este año, en la que solicitamos presente una queja por las declaraciones del entonces precandidato republicano.

Más allá de los argumentos que da para no presentar la queja, la pregunta es ¿qué está haciendo el gobierno mexicano para enfrentar este problema?

El Diputado Ciudadano dijo que hacer diplomacia no significa renunciar a la defensa de los intereses nacionales; porque éste no es un asunto solo de política interna de los Estados Unidos, hay 30 millones de mexicanos viviendo en la Unión Americana. El gobierno mexicano no puede rehuir a la responsabilidad de prepararse ante un posible replanteamiento de las relaciones México - Estados Unidos; y aunque no debe tomar partido en el proceso electoral, sí debe exigir que se respeten los tratados y convenios internacionales. Así que, insisto, el gobierno mexicano debe explicar qué postura tomará frente al discurso de odio de Trump.